El resultado de la segunda vuelta electoral marcará un punto de inflexión para un esquema de política económica que deberá alterarse a fin de evitar un agravamiento de la crisis nominal. En lo inmediato, la crítica coyuntura macroeconómica actual exigirá rápidas señales sobre el rumbo que busque imprimirle la nueva administración a su política económica (programa, equipo, acuerdos), lo que tornará relevante el discurso del candidato ganador: una postura más moderada o de giro hacia el centro (en caso de ambos candidatos) brindaría mejores señales a los mercados, lo cual podría facilitar la transición y comenzar a recomponer las expectativas, advierte Ecolatina.
El acotado poder de fuego del Banco Central (BCRA), los desequilibrios fiscales heredados, las restringidas fuentes de financiamiento y el desplome de la demanda de dinero pese a la vigencia del cepo exigirán la implementación de un programa de estabilización que busque -entre otros objetivos- volver a acumular Reservas Internacionales y equilibrar las cuentas fiscales en el corto plazo y propender a recuperar el acceso al mercado internacional de crédito.
La dinámica de mayor abaratamiento del dólar oficial (a través de la corrección mensual del 3% con el retorno del "crawling peg") seguiría sosteniendo un exceso de demanda de divisas en el mercado cambiario oficial inconsistente con la necesidad de acumulación de reservas, forzando a implementar un renovado esquema de desdoblamiento cambiario, una corrección abrupta (idealmente, en el marco de un programa de estabilización) o una combinación de ambos, acota la consultora. Todo esto llevará a profundizar el atraso cambiario, ya que las consultoras y los analistas del mercado proyectan una inflación del 10% para este mes, contra la corrección del 3% en el tipo de cambio oficial. Así, según Ecolatina, se abre un interrogante sobre lo que podría suceder con el tipo de cambio oficial entre este lunes y el 10 de diciembre, cuando se produzca el recambio presidencial.
¿Las nuevas autoridades estarán dispuestas a sostener el "crawling peg" hasta el cambio de mandato (podría explicar la baja utilización del segundo tramo del swap con China) o preferirán hacer un salto discreto inicial para ganar tiempo y minimizar la pérdida de reservas? En este marco, la consultora estima que actualmente menos del 30% de los flujos en dólares de la economía se valúan a la cotización oficial.
En cuanto a los depósitos privados en dólares, la historia resulta distinta a la evidenciada en previa de las elecciones generales (mostraron fuertes caídas en ese entonces), aunque se ha visto recientemente una caída en los encajes bancarios en dólares. ¿Qué explica esa dinámica? Ante la incertidumbre generada por el proceso político-electoral y la inestabilidad económica actual, tanto los bancos como el BCRA han decidido incrementar la cantidad de efectivo en dólares disponible en las sucursales para evitar disrupciones en la entrega de billetes ante eventuales, explica la consultora. Puntualmente, el ratio de efectivo en dólares disponible en los bancos sobre los encajes bancarios en la divisa estadounidense actualmente roza el 60% cuando se ubicaba en un 44% a mediados de octubre y en apenas un 35% a principios de año.